entonces, las palabras estallan; Antígona en su rincón, con esquirlas de vocales entre sus dientes, toca el arpa guerrera de la memoria.
Esconde entre sus ropas un ángel desplumado, que hierve en aceites de llanto y sales de amapola.
miércoles, 17 de octubre de 2007
Publicado por
Josefina
en
13:38
0
osos dijeron
Suscribirse a:
Entradas (Atom)