martes, 11 de diciembre de 2007

siempre me sucede después de mostrar algo.
me queda la excitación de la exposición.
mostrarme es también demostrarme, y eso me provoca una sensación extraña como si algo de mí se perdiera entre la gente. esa sensación de ser observado a la distancia pero fijamente.

dejar caer una parte de uno y entregarla. eso deja una sensación de vacío. y después irse. hoy ya me siento más íntegra. pero más débil. quizás es que soy un poco menos, quizás es que me olvidé algo ahí. perdí unas palabras en otras bocas, dejé de lo que era ayer. ahora soy otra.