ayer me acordé que uno no maneja los sentimientos. que hay algo que te pasa sin más, sin que puedas modificarlo. 

ayer me hicieron recordar que yo también había decido vivir como si mañana no existiera. un golpe en la cabeza -esa boba- me lo había hecho olvidar. 

pero hoy recuerdo. 

que mañana no existe. 

que siempre me arriesgué por lo que sentía. que no tengo miedo de perder si de amores se trata. porque siempre se gana si uno hace lo que siente. sólo se pierde si uno se pierde. ayer me encontré en una charla teléfonica, diciendo cosas que mi mente había creado, pero que nadie sentía. me cubrí con un discurso inventado. una muralla de palabras para cubrir un corazón sangrando. que sangre, que la tinta roja lave las veredas. ventilo al sol mis heridas, porque si se esconden se llenan de gusanos. y si dejan marcas las muestro con honra, con el orgullo de quien pelea por una causa justa. las lavo con mis lágrimas de fuego, las envuelvo con la soledad de la noche y las curo con un poco de alcohol seco. volveré a las pistas más fresca y radiante que una amapola. total, quién me quita lo bailado?